Cuando se toma un Arco por primera vez para soltar una flecha, sin darnos cuenta estamos realizando una actividad con casi 25.000 años de antigüedad. Esta actividad se remonta al Paleolítico: pinturas rupestres representan escenas de caza, lo que demuestra que el arco tuvo un marcado carácter utilitario en esta época.
El Arco y la Flecha, han sido desde siempre herramientas fundamentales para la supervivencia de la humanidad. Gracias a ellas el hombre se convirtió en cazador. Las mismas presas ya le proporcionaban una amplia gama de materiales, como por ejemplo huesos, tendones, herramientas, abrigo, ropas e incluso una dieta rica en proteínas.